Por Av. Siete lagos ( Ruta 231 ), se empalma la ruta 234 o Camino de los Siete Lagos, hacia San Martín de los Andes.
Este sinuoso camino de ripio atraviesa densos bosques de enormes coihues y tiene algunos tramos de montaña. Así encontramos el Lago Espejo.
Fue muy divertido, el sol estaba fuertísimo y cuando los chicos intentaban refrescarse no hacían más que congelarse los pies.
El desafío era para las chicas, llegar a la punta del muelle hundido sin que se hunda con ellas encima, yo les saqué varias fotos y solo pude ver el susto que se dieron cuando se movió una de las maderas...
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